Leo en Elpais.com que el ministro de Industria, Miguel Sebastián, se presentó ayer en el Pleno del Congreso con chaqueta y camisa, pero sin corbata. El detalle le resultó inapropiado al presidente de la Cámara, José Bono, quien, mediante un ujier, le hizo llegar al ministro una de inmediato.
Sebastián tenía sus razones. En el ministerio del que es titular se acaba de aprobar una medida que permite a los funcionarios a no llevar corbata excepto si acuden a actos oficiales. Al regular a 24 grados todas las instalaciones de Industria, se pretende concienciar sobre el uso responsable del aire acondicionado en verano.
Recuerdo que algo muy parecido paso hace unos años en Japón cuando los miembros del Gobierno japonés se presentaron en sus despachos sin corbata, ni chaqueta, ofreciendo una imagen revolucionaria que duró todo el verano.
Este sorprendente cambio para una sociedad tan conservadora, en la que llevar un traje oscuro y corbata para trabajar es un uniforme imprescindible, va más allá de modas y estilo, puesto que persigue un ahorro energético, con vistas a cumplir el protocolo de Kioto.
Una vestimenta más ligera durante el húmedo y pegajoso verano nipón, evitaría, en principio, el uso desmesurado de los aparatos de aire acondicionado en los edificios tanto de la administración pública como del sector privados.
El primero en dar ejemplo fue el jefe del Ejecutivo, Junichiro Koizumi, que apareció vestido con un pantalón blanco y una amplia camisa azul de manga larga, con los faldones por fuera y con líneas claras a lo largo de la zona de los botones y del bolsillo.
"Es tan cómodo vestir sin corbata!", exclamó nada más llegar a su oficina el primer ministro y explicó que había adquirido por catálogo varias camisas "kariyushi", propias de las islas tropicales del archipiélago de Okinawa, en el extremo sur del país.
Koizumi abrió así vestido la campaña "Kuuru-bizu", expresión adaptada al japonés a partir de la contracción de las palabras inglesas "Cool" (desenfadado, a la moda) y "Business man" (hombre de negocios).
Sebastián tenía sus razones. En el ministerio del que es titular se acaba de aprobar una medida que permite a los funcionarios a no llevar corbata excepto si acuden a actos oficiales. Al regular a 24 grados todas las instalaciones de Industria, se pretende concienciar sobre el uso responsable del aire acondicionado en verano.
Recuerdo que algo muy parecido paso hace unos años en Japón cuando los miembros del Gobierno japonés se presentaron en sus despachos sin corbata, ni chaqueta, ofreciendo una imagen revolucionaria que duró todo el verano.
Este sorprendente cambio para una sociedad tan conservadora, en la que llevar un traje oscuro y corbata para trabajar es un uniforme imprescindible, va más allá de modas y estilo, puesto que persigue un ahorro energético, con vistas a cumplir el protocolo de Kioto.
Una vestimenta más ligera durante el húmedo y pegajoso verano nipón, evitaría, en principio, el uso desmesurado de los aparatos de aire acondicionado en los edificios tanto de la administración pública como del sector privados.
El primero en dar ejemplo fue el jefe del Ejecutivo, Junichiro Koizumi, que apareció vestido con un pantalón blanco y una amplia camisa azul de manga larga, con los faldones por fuera y con líneas claras a lo largo de la zona de los botones y del bolsillo.
"Es tan cómodo vestir sin corbata!", exclamó nada más llegar a su oficina el primer ministro y explicó que había adquirido por catálogo varias camisas "kariyushi", propias de las islas tropicales del archipiélago de Okinawa, en el extremo sur del país.
Koizumi abrió así vestido la campaña "Kuuru-bizu", expresión adaptada al japonés a partir de la contracción de las palabras inglesas "Cool" (desenfadado, a la moda) y "Business man" (hombre de negocios).
2 comentarios:
Pues todo sea por ahorrar energia. Se me ocurre a mi algo mejor, y si vamos en bañador???
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